
#PorAquíPasóCorcino
Adalgisa Corcino

“Uno llega a ser grande, no por lo que escribe, sino por lo que lee”,
dijo Jorge Luis Borge, laureado escritor argentino del siglo XX, y con él, analizamos que se aproxima la feria del Libro 2019, y con sus ánimos e imperdible programa nos urge elevar no solo el nivel cultural de los dominicanos, más bien, poner en valor la pureza del idioma el español, por medio de una sobresaliente lecto-escritura que arraigue en los niños, jóvenes y adultos un puro interés, que no sea tendencia, sino un hábito, una pasión.
Al leer un libro nos convertimos en devoradores de conocimientos y críticos pensadores, en acumuladores de experiencias por medio de ininterrumpidos viajes literarios. Sin torceduras, la lectura es el ejercicio mental más genuino, lo mismo que el gimnasio, a la salud y desempeño de la anatomía humana. Cuando somos capaces de comunicarnos correctamente revelamos que somos progresistas, estudiosos de todos y dueños de nada, anhelamos aprender y replicar.
Con la instalación del Festival del Libro Santo Domingo, llegan sus novedades, oportunidades de mejoras, bríos de emprender y desatar una chispa mágica en el sentir y gusto del pueblo, que hoy secuestrado en manos de las nuevas tecnologías (redes sociales), producciones y realizaciones audiovisuales por internet, se distancia de la calidez, autenticidad, de la enjundia y porvenir que reposa en cada obra editorial, impresa o graficada en la palabra escrita.
La lectura reactiva o despierta los cinco sentidos, aporta fluidez al torrente lexicográfico, nos envuelve en la ficción o fantasía, la realidad, lo tenebroso o el suspenso, la mentira e intriga, el amor y la amistad. Un libro salvaguarda la existencia, desarrollo y transformación de la humanidad, promueve los valores y también sus desafíos, nos abre a nuevos espacios y cultiva en el interior una actitud de pensar y construir ideas.
Podemos expresar emociones y enfocar contenidos y difundirlos con llaneza abriendo una cantera de vocablos diversificados entre el diseño de la sátira, el verso, la poesía, el ensayo, la novela, el cuento, la poesía como aditamentos o géneros literarios con sus (técnicas), sientiendo decirlo, donde los dominicanos, no todos, pero en un alto porcentaje nos enemistamos del saber, de la inquietud y analítica que emana del libro. Así lo revelan Diplomados, Cursos, Talleres y grupos de estudios.
Con la lectura y escritura agudizamos nuestra astucia cerebral, estimulamos el intercambio de información y sapiencias, la usanza continuada de leer retarda la aparición de los síntomas de demencia, además impulsa la percepción, la concentración, la empatía y fortalece las relaciones humanas desde el manejo inteligente de las emociones, nos prealerta el radio cognitivo y alivia los malestares del humor malo, tan nocivo al hígado, al corazón y la piel, como órgano más grande y espejo del cuerpo.
Las grandes producciones bibliografías a inicios de la conformación de la Hispaniola, con los escritos e informaciones construidas por los colonizadores, por complotadores, próceres, por los “malos y los buenos”, a mi juicio, todos haciendo valiosos aportes desde la crónica de navegación, han sido imperecederos manantiales de lectura, desde las cartas persas y los telegramas, la defensa de sus pueblos y opresión al nuestro, frente a intervenciones que arribaban a puertos por medio de los barcos de vapor. También la fuerza animal tuvo prominencia en el traslado de la comunicación y divulgación de novedades.
En mis inicios de escolaridad inicial y de básica (del antiquísimo modelo educativo dominicano), pero muy efectivo, tuve que tararear cuentos como si fuera nieta de Bosch o sobrina de Balaguer, devorar el Nacho en los niveles I y II con gallardía y justificación, tuve que basamentar mis lecturas e interpretarlas a mis seis años de edad. Mis padres (mis reales mentores), del mismo hilo conectados a los espléndidos educadores de los 80s y 90s, joyas humanas que no incentivaban en mí una embotelladora o un simple líquido que tomaba la formaba del recipiente, y con esto, me ciño a una iniciativa familiar con visión futura.
Obras literarias y medios tradicionales
Platero y Yo, la Mañosa, Dos pesos de agua, La Era de un Cortesano, y todo aporte histórico e intelectual fue un referente que activó mi condición de investigadora, curiosa, impetuosa y avezada lectora de los medios impresos líderes de genuina lectoría como El Nacional, El Hoy, donde trabaja mi vecina Loly, muy inteligente, y me aportaba material para mis tareas. Nací periodista y escritora, investiga en el vecindario, entre los ancianos, la iglesia y todos, para realizar mis ponencias que se tornaban charlas de ciencias. Inquieta con cada lectura que aprovechaba.
El Siglo, Listín, Última Hora, la Revista Tobogán, Mafalda, Olafo, Condorito, también eran mis compinches, mientras podía armar un set de televisión como plató para mis incipientes realizaciones desde la majestuosa sala-comedor de mi madre, doña Ada; porque su decorado me ahorraba la destrucción de la casa, pero afianzaba la invención de mis saberes por toda la magia que me atrapa en lo que leía y escuchaba.
Ahorraba mi mesada y compraba libros, y así lo afirmo con la adquisición de “Huerto Sellado” del extinto presidente Joaquín Balaguer debuté en la primera edición de la feria para 1996, ubicada en el Conservatorio Nacional de Música pudiendo motivarme poesías y palabras de desamor, ya empezaba a formarme como escritora improvisada pero desde mi génesis muy experimentada por el gusanito de leer y saber de todo, aunque siempre inconforme. Culpen a mi papá, que entre muñecas y vestidos con solapas, a mis nueve años, obsequió mi primer Larousse Ilustrado.
Una puñalada al idioma español
Cito a Joaquín Añorga Erralde, realizó un gran aporte al idioma con su manual de gramática española, “Composición” del año 1976, bajo la editora -Escolares- siendo propiedad de la Escuela Nueva -Editores-, consagrándola como una guía obligada para estudiar, analizar y pulir el uso y cuidado la pureza de la escritura hispana. Introduce conocimientos básicos del lenguaje, gramaticales y con amplitud y expertis enseña sobre redacción.
Sin embargo, son tesoros bibliográficos que han desaparecido de las bibliotecas y fuentes de consultas, no se han reeditados pero tampoco los estudiantes, profesionales y ciudadanos aúnan fuerzas por usarlos, instruirse con ejercicios prácticos creando habitud lectora y de investigación, incita al estudiante a convertirse en autodidacta, un recurso valiosísimo que forja la cultura, la conducta e ideología individual. El autor Añorga, de origen español, exactamente de Madrid, España, exponía que el español como código comunicativo se construye, produce y presenta en un conjunto armónico y ordenado.
Entonces, escriba bien, y para eso, se necesita leer, releer y devolverse a leer, sí, tan sencillo como suena, pero tan frágil que sucumbimos ante muchos adjuntos que se vuelven en bumerán como distractores sociales, además la música, la moda, los autos, los viajes y la necesidad de “ser y sentirnos importantes antes que útiles”, ha permeado y debilita el cultivo del castellano, el poder acumular información y filtrar, ser tomadores sabios de decisiones, realizar opiniones y valoraciones acuciosas con responsabilidad y criterios, emitir juicios o responder a nuestros intereses o los colectivos, a lo que nos afecta, nos identifica.
En la literatura es recomendable consultar a Fiúme Gómez Michel, leerse un poco del Popolvuh, la Literatura Dominicana de Joaquín Balaguer, el Movimiento de la Poesía Sorprendida, las generaciones literarias y pasarle la mano a Aida Cartagena Portalatín, Mario Benedetti, Isabel Allende, Mario Vargas Llosa, y su delicioso “Chivo”, Ángeles Mastretta, “Arrácame la vida; Marcio Veloz Maggiolo.
Comprender y agradecer los primigenios escritos sobre la descripción de la isla, por Colón y Chanca; la literatura de Monseñor Arturo de Meriño, considerado el -pico de oro- y expresidente de la república; además de regentear el novedoso sistema religioso del catolicismo patentado por España, al remontarnos a la “evangelización” del Nuevo Mundo.
Las faltas ortográficas, pandemia gramatical
Un asalto a mano armada, nos resulta con frecuencia y como serio obstáculo: la mala escritura por ausencia de sentido o poder hilvanar los pensamientos y reflexiones transmitiéndolos con limpieza, ligereza y comprensibilidad para ser eficaces promotores de progreso y evolución lingüística, cultural, histórica, económica, religiosa y demás aspectos que componen el espíritu de la humanidad y su devenir en sociedad. Sin dudas, el desconsuelo idiomático se extiende en los negocios, las relaciones y el emprendurismo cuando permea.
Si no lees, no escribirás bien, jamás podrás distinguir tus adefesios o extravagancias lexicales, menos frenar esos excesos al informar, compartir o denunciar sin la asertividad puntual. No podremos calar en la opinión pública, ser entes de enseñanzas ni modelos ejemplares en materia lingüística y redaccional, ni en casa, el barrio, el trabajo, viviremos obligados a creer lo que nos cuentan, pasaremos por la vida sin dejar una ínfima huella.
Actualmente, el Informe de PISA 2019, afirma que la educación se atasca en las matemáticas, y mejora la lengua española, pero Corcino difiere, no son todos los grupos humanos, ni generaciones que han superado ese hándicap entre la maledicencia del léxico y su estructura; cuando países como el nuestro, República Dominicana, refleja que la mayoría de los bachilleres egresados del sistema educativo público y privado ingresan a las casas de altos estudios y poseen vastas lagunas, por no decir, archipiélagos.
En asuntos estéticos, de lectura comprensiva y correcta escritura, sin olvidar; que hasta licenciados, ingenieros, abogados, modistos, artistas, y otros profesionales contaminan y afean su oralidad, corrompen sus manuscritos. Mientras, hombres y mujeres llanísimos, que apenas consumen diarios, paquitos y revistas son catedráticos en verbo y escritura. Los periódicos, en síntesis, son un profesorado insustituibles.
Es decir, que ser titulado o presentar una tesis doctoral o de postgrado no garantiza que sea un -lectoescritor- aprobado, pues, con tantos vicios lingüísticos y orales, algunos se prestarían al copy paste y novedoso corrector, en su defecto, perfecto plagio. Es un auntoengaño a la verdad idiomática, a la emisión de nuestras culturas, riquezas, atenta a las normas comunes de la comunicación oral y escrita que procura enriquecer la calidad de todo lo que producimos y realizamos por tener el basamento o plataforma del arte e comunicarse, tan único del hombre, apartado del instinto animal que no conceptualiza y no ejercita el encéfalo (cerebro), por ser una facultad expresamente, de los humanos.
El dominicanismo como marca-país
Sin detrimento a los nuestro, hay un amplísimo glosario o compilación de términos, jergas, modismos e inventos heredados de antepasados, de momentos históricos, del repentismo vernáculo tan genial del dominicano que es un literato innato que hace de su cotidianeidad una fuente inagotable de inspiración para producir contenidos empíricos y reales que desatan la burla, la admiración, el rechazo y la exaltación.
Incluyamos sin ofender el chisme, la candela, el escándalo, la hostilidad, el torniquete y la sorpresa como algunos de los incalculables elementos que despiertan la creatividad locuaz en la forma de ser del quisqueyano, tan buena gente y desprendido. Nuestra alegría, esencia y felicidad se traduce en un digno léxico cultural que presenta lo que fuimos, lo que somos y nunca morirá; ¡dominicanos somos y, alegrando al mundo vamos!
Promovamos la criticidad y análisis
Volvamos a poner en valor el uso y la consulta diaria del diccionario como compilador de vocablos, significados, antonimia y sinonimia, dedicar espacios minúsculos pero asertivos sobre la toponimia o descripción y origen de las palabras, saber distinguir la llaneza, agudeza o naturaleza esdrújula y sobreesdrújulas. La colocación de la tilde o acento prosódico. Poder conjugar los verbos regulares, irregulares, en modos indicativos, imperativos, pluscuamperfectos o en participio.
Respetar y ubicar el empleo del gerundio o evitar el uso desastroso en notas o literatura periodística de presentes participios como -introdujo- Esto se puede lograr visitando las ferias culturales y bibliográficas del país, y del Distrito Nacional, donde no solo aprendes a hablar, escribir y comunicarte con eficacia y de manera eficaz, asimismo, amplías el acervo o bagaje cultural de lo nuestro, te invito a una cita o pre-romance a ciegas, en calles o pasillos de vendedores informales.
Son herramientas informativas, educativas y psicológicas están y se encuentran en los puestos de libros usados, en la autopista de la información: internet, red de redes, en bibliotecas y centros culturales, puntos de revistas de National Geographic, Muy Interesante, Bohionews, el Almanaque Mundial, de Editora Televisa, Clústeres de Turismo, Barómetros, Brochures, catálogos, guías, letreros, vallas y bajantes. Dondequiera hay un chance para aprender, desaprender y volver a aprender.
Estudios científicos hoy demuestran que la falta de verbo y escritura aleja a los demás de nosotros, por entenderse, que no hay conexión, se produce una barrera comunicacional, un ruido espantoso al cerebro que no puede o se fuerza demasiado en decodificar mensajes sin estructuras o mutilados, nadie quiere despegarse de su amigo, vecino, colega o familiar que plantea ideas claras, profundiza en temas de interés propio y comunes, que instan al debate, a las tertulias o entremeses habituales.
Citas obligadas a leer
Todo ser humano que disfruta, se inspira, adentra o descubre manjares leyendo, puede aprender otros idiomas con rapidez. Está compelido a leer el Quijote, de Cervantes y Saavedra, clásico universal del español; Platero y Yo, El Caballero de la Armadura Oxidada, el realismo mágico de Cien Años de Soledad, Crónica de una muerte anunciada, del Gabo de Colombia; María, de Jorge Isaac; Hay un país en el Mundo, Don Pedro Mir; A mi Pedro y El Ave y el Nido, de Salomé Ureñá; Cuentos Escritos Antes y Después del Exilio, del profesor Bosch; los editoriales nacionales e internacionales, sección de economía, análisis críticos de política, salud, educación, deportes y todo lo que vemos, oímos y leemos.
Conocer de estallidos como las Guerras Mundiales, la Crisis mundial del 1929, la Invasión Norteamericana, Nagasaki e Hiroshima, El Muro de Berlín, la creación de las Siete Maravillas y su consagración patrimonial y cientos de temas oportunos para conectar con el mundo. Los Rusos y Bolchevique, el terrorismo, la seguridad internacional, la democracia, crisis de naciones, escándalos en la iglesia católica, asesinatos, homicidios y de todo acontecer.
Es favorable que durante la lectura se activan regiones cerebrales que propician procesos de imaginación a partir de los acontecimientos de la narración y vienen a la mente recuerdos y confrontaciones con experiencias personales. Las personas que leen sean estudiantes, especializados o del vulgo resultan exitosos, poseen mejores habilidades de expresión, lectura y lenguaje. Además, del incremento en la concentración, análisis e interpretación de textos, documentos.
Y les digo, si vivo todavía en 2050, “sentiré que mi buzarda intelectual nunca se llenará, porque cada día desconocemos más, pero seguimos leyendo”.