El 19 de diciembre de 2017 la Asamblea General de las Naciones Unidas, con la Resolución A/RES/72/165 decide proclamar el 21 de agosto como Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, a fin de honrar y apoyar a las víctimas y los supervivientes del terrorismo y promover y proteger el goce pleno de sus derechos humanos y libertades fundamentales.
Hoy, aunque el número de países afectados por el terrorismo va en aumento, la mayoría de las víctimas se concentra en un pequeño grupo de Estados Miembros.
Ante este escenario, las víctimas del terrorismo luchan para que se escuchen sus voces, se apoyen sus necesidades y se respeten sus derechos. Sin embargo, a menudo se sienten olvidadas y abandonadas una vez que se atienden sus necesidades inmediatas.
Esta situación, sumada a los pocos recursos de los Estados Miembros y su capacidad para satisfacer las necesidades a medio y largo plazo, no contribuyen a lograr su total rehabilitación. Para lograrla, se necesita un apoyo multidimensional a largo plazo que incluya medidas físicas, psicológicas, sociales y financieras, elementos indispensables para su total y plena integración a la sociedad.