Ese incremento diario de 602 óbitos rompió una secuencia de cinco días consecutivos por encima del millar de víctimas mortales relacionadas con el COVID-19 en este país de 210 millones de habitantes.
Los fines de semana las cifras suelen presentar un importante descenso debido a la menor actividad de los órganos públicos para contar los datos que reciben de cada uno de los 27 estados brasileños.
Brasil es uno de los focos globales de la pandemia y el segundo país con más infectados y óbitos en el mundo, apenas por detrás de Estados Unidos.
No obstante, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Brasil supera a la potencia norteamericana cuando se contabilizan apenas los óbitos de los últimos siete días: 7.213 frente a 4.415.
Desde el pasado 19 de mayo, cuando sobrepasó por primera vez la barrera de los 1.000 fallecidos diarios, el gigante suramericano ha registrado un promedio de 1.022 óbitos al día.
Las autoridades investigan además el fallecimiento de otras 4.147 personas que podrían haber sido provocadas por el patógeno, que continúa su expansión, ahora con especial virulencia en las regiones centro-oeste y sur del país.
La tasa de mortalidad de la enfermedad se sitúa ahora en los 30,9 decesos por cada 100.000 habitantes.
Por otro lado, los pacientes recuperados subieron hasta los 906.286, lo que supone un 56,5 % del total de infectados.
Los estados brasileños más azotados por la pandemia son Sao Paulo (320.179 casos confirmados y 16.078 muertes), Ceará (121.464 y 6.441) y Río de Janeiro (121.292 y 10.667).
Los investigadores discrepan sobre cuándo se alcanzará el pico de la curva epidemiológica y los hay incluso que defienden que nunca llegará y que Brasil mantendrá un nivel medio de decesos y contagios durante un largo periodo de tiempo debido a la dimensión continental del país.
Varios estados y ciudades del país, entre ellos Sao Paulo y Río de Janeiro, están inmersos desde junio en un proceso de reapertura de sus economías, pese a que la curva epidemiológica aún sigue en fase creciente, aunque menos acelerada.
Este lunes reabrirán los bares, restaurantes y salones de belleza de la capital paulista, que ya permitió el funcionamiento del comercio de calle y los centros comerciales con restricciones.