Con su reglamento 824, que se mantiene con 50 años en estancamiento, antiquísimo y “supuestamente”, con un ínfimo presupuesto, la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (C.N.E.P.R.), ni siquiera es el espejo de la institución inquebrantable, dura y justa en materia de fiscalización y prohibiciones de contenidos en formatos audiovisuales y radiales que, presidió doña Zaida Ginebra Vda. Lovatón desde el 1978 hasta su fallecimiento en el 1985.
Conocida como la “Dama de Hierro” de la C.N.E.P.R., la presidenta se ganó el respeto, la solidaridad, algunas veces el rechazo a sus medidas, pero, sobre todo, sin imaginarlo; en sus casi ocho años de honrosa gestión, infundió temor en otros y, es que, sus decisiones eran férreas y sin ningún tipo de influencia o padrinazgo. Su temple retó al presidente Joaquín Balaguer y por medio de su programa gastronómico denunció y reclamó irregularidades del sistema dominicano.
Para tales fines, locutores y comunicadores que faltaran a las normas o no se ajustarán a las regulaciones del Reglamento 824, también fueron suspendidos, sancionados y despojados del carné oficial de locutor emitido por la C.N.E.P.R., que señala que el locutor es «toda persona que haga uso en forma no ocasional del micrófono desde una estación radiodifusora, sistema de amplificación, y otros, que transmita anuncios, informaciones, indicaciones y comentarios de los programas que se realicen».
Hoy, las nuevas generaciones solo conocen a doña “Zaida” por sus aportes y rigurosidad, por ese famoso tema que le compuso Johnny Ventura titulado “El Ron es mi medicina” donde él le aseguraba a la gerente de Espectáculos Públicos y Radiofonía, que, en esa Navidad, el «único negro que bota miel por los poros», iba a bebeí, “Zaida, la ley seca”. Para remate, surgió “El Cachimbo” del mismo Ventura.
“¡Cuánta falta hace doña Zaida!”
La gerencia de doña Zaida en la Comisión, se mantiene latente en el sentimiento y la vergüenza social, cuando se escucha al dominicano lamentar que: “¡Cuánta falta hace doña Zaida!”, en alusión al desprestigio, irrespeto e inmoralidades que pululan en muchas de las producciones y transmisiones audiovisuales, las canciones con doble sentido difundidas en la radio, a pesar de poner el pito o la corona, resulta un fomento de la cultura del ‘morbo’, arraigada desde que Ginebra Lovatón suspendía los temas ‘más picantes’ de la época del merengue dorado. ¡“Vecina llegó El Cuabero, venga a coger su astilla!”
El Conjunto Quisqueya.
“Nos prohibió más o menos 20 temas. Pero, esos nos ayudaban a nosotros porque la gente es morbosa y por la curiosidad compraban los discos y se vendían más. Aquí todo es picardía y todo se piensa mal. Si se fijan no se decían palabras malas, todo se dejada a la imaginación. En el caso de los limones no decimos te lo… pónmelo ahí que lo voy a partir”, recordó el Conjunto Quisqueya, en entrevista especial para el cronista, Fausto Polanco del Orbe.
El Conjunto Quisqueya, Fernandito Villalona (El Niño Mimado) y Johnny Ventura (El Caballo Mayor), Jerry Vargas y Tony Seval fueron algunas de las orquestas del momento que encabezaron las sanciones, impedimentos y la rigurosidad de Ginebra de Lovatón considerada como mujer-coraje y que en el devenir de la sociedad dominicana se encargaría de colocar las piezas de las reglas morales y promover las buenas acciones desde los medios de comunicación masivos.
Sino, para muestras un botón, que lo refute o afirme ‘El Conjunto Quisqueya’ a quienes el rigor de la presidenta desde la Comisión les alcanzó cuando suspendió cerca de sus 20 temas cumbres como El Nene: (se despertó María, acurrúcalo), Mi Piel: (mira cómo se me pone… mi piel un poco mestiza), Los Limones: (pónmelo ahí que te lo voy a partir), ¡Déjalo mamá!, “El Ensalte”, entre otros.
Refiriéndose al “El Ensalte” el grupo admitió que: “Ese tema si lo criticamos. En Puerto Rico estaba fuerte, también el Lamento del Soltero que ese fue un tema muy bonito”, bloqueado por Lovatón quien desempeño como miembro del Jurado Examinador de los exámenes para aspirantes a locutores por la Comisión, entre (1978-1985).
Suspensión de temas picantes
Cerca de 100 canciones y composiciones fueron vetadas y penalizadas, en ese orden, también los artistas recibían impedimentos de publicitarse, tocar fiestas ni presentarse en los programas punteros de la época de 1980, donde Zaida deploró que las principales figuras del género madre dominicano; el merengue, enviaran mensajes satirizados sobre la sexualidad, la provocación y la coquetería.
En tanto que, Tony Seval, merenguero de 1984, interpretó “Zaida con su Orquesta Tony Seval y sus Gitanos en el Show del Mediodía, un fiel retrato de la realidad de aplicación de las suspensiones y frenos de doña De Lovatón, cantándole que: “Zaida déjame tranquilo, déjame tranquilo Zaida. Si me muevo le molesta, si me quedo tranquilo también, qué le pasa a mí amiguita que todo le molesta”. Un tema de su autoría con arreglos de Kilvio Fernández.
Prohibición de enfoques en camarás
Además, el emblemático grupo El Conjunto Quisqueya usasba estrambóticos vestuarios y peinados, y fue cuando Zaida, decidió suspender el plano entero para televisión indicando a los camarógrafos de las plantas televisoras que no enfocarán al ‘Quisqueya’ ni otros merengueros, desde la cintura hacia abajo por la provocación del baile, las protuberancias en los pantalones, lo sensual y el manoseo.
Algunos de estos datos sobreviven en la memoria popular y, en su mayoría, sus protagonistas. A sabiendas de que no tenía preferencias con nadie, los temas y las creatividades musicales de los artistas del 1980, no se detuvieron, y es que doña Zaida no se tocaba el corazón al momento de imponer el respeto, la decencia e impulsar las buenas costumbres.
Fernando Villalona (El Niño Mimado)
Así pues, las sanciones se fortalecían por los ataques de la prensa y los cronistas de Arte quienes con sus redacciones encendían los ánimos de doña Zaida y fungían como una alerta ante cada tema.
Así como lo vivió El Mayimbe, Fernandito; quien “supuestamente” fue sorprendido por ‘mano dura Zaida de Lovatón’ en plena actuación en el Show del Mediodía donde cantaba “La Hamaquita”, y con ‘rolos en la cabeza’ intervino al set y lo suspendió. Cuentan los testigos del ayer.
Para lamentaciones, supuestamente, Fernadito; tenía amores con una joven llamada Juanita, y rápidamente, al tocarse el tema en televisión nacional el padre de la joven movió sus influencias para que ese «bochorno» a su hija fuera detenido. El mayimbe aseguró que fue pura casualidad.
Mito o verdad, cuánto se ha mecido el merenguero en La «Hamaquita». Su tema «Polvorete» llegó por primera vez a la televisión dominicana en el «Show del Mediodía» en 1982, y ese mismo día, fue corte promocional en las emisoras del país. Su autor es un compositor colombiano conocido como Lizandro Meza.
A sus 16 años participó en el Festival de la Voz en Bellas Artes, un show de talento realizado por el maestro Rafael Solano. Villalona logró el quinto lugar, pero, el pueblo aclamó con tanta algarabía que tiempo después, el maestro, Wilfrido Vargas lo invitó a formar parte de la recién formada orquesta Los Hijos del Rey.
Luego, con Los Hijos Del Rey, Fernando Villalona grabó varias producciones exitosísimas como ese ‘HOMENAJE A TATICO HENRIQUEZ.‘ En la actualidad, realiza presentaciones especiales y privados; y mantiene sus apariciones en la television.
Johnny Ventura (El Caballo Mayor)
La estricticidad, el rigor y los valores éticos morales se imponían en las sanciones y ‘El Caballo Mayor’ no quedó fuera de los filtros de la Comisión. A pesar de admitir que se dedicó a estudiar los géneros que la juventud seguía en ese tiempo.
Integrando el bombo como retumbe, porque era el swing del momento, comentó El Caballo, también presentador de televisión, por su profesión de locutor que estudió en la Escuela de Locución de La Voz Dominicana, Héctor J. Díaz. Es histriónico: canta, baila, actúa, compone, arregla y gerencia. Además, es político y fue alcalde de la Ciudad de Santo Domingo.
De su lado, El Caballo Mayor, expresó que: “Realmente, con una discografía tan amplia son muchas las satisfacciones de escribir merengues y, de otros, que no fueron escritos por mí«.
Don Johnny, además es intérprete de boleros y hasta compuso la salsa “Trampolín” del Gran Combo de Puerto Rico, de renombre mundial. ¿Toda una joya de la literatura musical, no?
Afirmó en una entrevista con Mickael Miguel en de Extremo a Extremo que Omega, El Fuerte, no canta merengue.
Dijo que existen cantores de merengue, pero, que donde esté Johnny, todos los nuevos talentos tienen las puertas abiertas. Ventura es fundador de la Asociación de Merengueros Siglo XXI.
Jerry Vargas, El Nazareno
Igualmente, este merenguero fue “metido en cintura” por sus ingeniosas composiciones como “El Huevero” o El “Vendedor de Huevos”, “El Hijo de la Ruta”, “El Cubanito” y “El Cilantro”, agregándole que: “Volvió el hombre y con más fe ahora”.
Sin embargo, todas las sanciones tenían un común denominador despertar la morbosidad por medio del doble sentido.
En tanto que, “mano dura Ginebra de Lovatón” les ponía a raya con la persecución de la Comisión y el trunque del trabajo laboral por vía de las presentaciones artísticas y la desaparición del tema en la radio o la televisión. A veces, esporádicas, otras no tantas, muchas sin regreso.
Cuenta quienes vivieron la época de los “años dorados del merengue” que Vargas se dio por vencido y compuso el tema “El Consejo” incitando a sus colegas a bajarle el tono subido a las canciones donde admitió que había entendido que con esa estrategia no iban a progresar. Fue cuando surgieron temas como “Nos enamoramos”, “Siempre te amaré”, “Desengaño” y “El Teorema de Amor”. Innovación del arreglista y músico.
El Nazareno, fue uno de los pioneros del género merengue en los años del 1980, calificado por sus amigos, compañeros de trabajo y familiares como dedicado a la música, ejemplar y quien falleció el pasado 18 de enero del 2020, tras padecer una cardiomegalia en grado cuatro, datos aportados por su médico Antonio Cruz Jiminián, afirmando que no cumplía el tratamiento.
Vargas dilató su carrera musical por cerca de 40 años y su deceso se produjo a la edad de 65 años, sus restos fueron sepultados en el tradicional cementerio Cristo Redentor.
Actualidad
Empero, su brazo regulador no ha logrado alcanzar el respeto y la persuasión del pasado, menos de imponer la justeza en sanción, ante la amenaza de transmisión de música, videos, actividades y situaciones que han puesto en tela de juicio a sus actuales autoridades.
Entonces, cuál sería el Handicap de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía, que, hasta en una ecuela primaria los alumnos de primarias recitaban frente a la Bandera Nacional, el polémico dembow «La Bebé» o «Me pide leche» de Secreto, Black Jonas y Liro Shaq. Vaya a saber usted…
Comunicadores, periodistas, historiadores y el pueblo llano dominicano muchas veces se cuestionó la presencia y el carácter de la Comisión Nacional de Espectáculos Público y Radiofonía (C.N.E.P.R.), en momentos donde temas musicales son una afrenta a la educación y moral ciudadana, ciertos géneros actuales que incitan a la violencia de todo tipo, al consumo de sustancias controladas, a la adquisición de bienes materiales sin importar el origen, y un sinfín, de valores negativos que difieren de la ética o axiología del hombre en sociedad.
Fausto Polanco del Orbe, periodista de Arte y Espectáculos.
“Estamos arropados de dembow, si doña Zaida estuviera viva no quedaran señores ni cinco temas de esos en la radio”,
En múltiples artículos, reportajes para impresos y televisión entendidos periodistas y comunicadores han expresado que la C.N.E.P.R. está nula, inerte y silente ante las atrocidades lingüísticas, verbales y visuales que en ocasiones los medios de comunicación promueven, asimismo, los artistas en sus espectáculos privados sin regularización. Con su nuevo desafío, el Quinto Poder: las Redes Sociales.
Así se expresó en una conferencia dirigida a alumnos del plantel educativo Escuela Socorro Sánchez, el periodista Fausto Polanco del Orbe; el 25 de septiembre en la XIX Feria Internacional del Libro del 2015, además, es cronista de Espectáculos y editor de Entretenimiento del periódico El Día.
Del Orbe escribió el libro «Merengueros», una colección de los antecedentes, el desarrollo y la actualidad del Merengue como patrimonio nacional y de la humanidad.
La C.N.E.P.R es el órgano regulador de la ética y moral por medio de la radiodifusión en el país y de los profesionales del micrófono, dependiente de la Dirección General de Correos y Telecomunicaciones, y está integrada por cinco (5) miembros: Un Presidente, un Vicepresidente y tres (3) Vocales, asistidos por un Secretario sin voz ni voto.
Su propósito
Mediante el decreto No. 301-05 fue creada la C.N.E.P.R., como un interés del Estado dominicano de “modernizar y eficientizar sus instituciones”, haciéndose necesaria la actualización y la adecuación del Reglamento No. 824, de fecha 25 de marzo del 1971, de la Ley No. 1951, de fecha 7 de marzo del 1949, para regular los contenidos transmitidos por ondas para radio y televisión.
El Reglamento 824 (data de 50 años de estancamiento)
Por medio del reglamento 824 que rige su funcionamiento, establece que el propósito de la C.N.E.P.R como organismo rector es evitar que en la República Dominicana se realicen espectáculos públicos y emisiones radiofónicas que ofendan la moral, las buenas costumbres, las relaciones con países amigos y, en general que, puedan ser perjudiciales a los principios y normas del pueblo dominicano, en fin, la paz pública.
Ley 6132, de la Libre Expresión y Difusión del Pensamiento enlazada a la C.N.E.P.R
Contempla que: “Que si bien el acápite 7 del artículo 8 de la Constitución consagra “el derecho de expresar el pensamiento sin sujeción a censura previa”. Trata tópicos como la difamación e injuria, las obligaciones del periodistas, entre otras.
