
Mientras en Washington se firmaban los Acuerdos de Abraham entre Israel, Emiratos Árabes Unidos (EAU) e Israel y Baréin, auspiciados por el presidente de EEUU, Donald Trump, milicianos de Gaza lanzaban cohetes contra Israel, que hirieron a dos personas. Todo un símbolo para una pregonada paz que, de momento, no lo es tanto.
«¿Ha firmado Israel la paz con el pueblo adecuado?», se preguntaba esta mañana en el diario «Haaretz» Anshel Pfeffer, quien resaltaba que la normalización de relaciones con Abu Dabi y con Manama, si bien es «probablemente el mayor logro de Benjamín Netanyahu, no es paz».