SIDNEY POITIER
(1927- )
Mide 1’89.
La importancia de Sidney Poitier en el cine va mucho más allá de su excelente capacidad como intérprete.
Su estatus estelar en los años 50 y 60 rompió el tradicional estereotipo de actor negro e incidió con sus personajes en la conciencia social sobre el conflicto racial en una época de cambio en valores y actitudes.
Poitier nació el 20 de febrero del año 1927 en la ciudad de Miami, Florida (Estados Unidos), pero poco después de su nacimiento se marchó con sus padres Reginald James y Evelyn a Cat Island a una isla de las Bahamas en la que ambos trabajaban produciendo tomates (Sidney nació en Miami tras un viaje comercial de su familia).
Su infancia fue bastante dura, ya que creció en un ambiente caracterizado por la pobreza y la delincuencia.
Para que su hijo tuviese mejores oportunidades, sus progenitores le enviaron a Miami, ciudad en la que ya residía su hermano mayor Cyril (nacido en 1911), con quien se crió durante su adolescencia.
En la ciudad de Florida, y a los 15 años de edad, sintió por primera vez el acoso de los racistas, un hecho que el joven Poitier no había conocido en Cat Island, lugar en el que la población era mayoritariamente negra.
Para escapar de esta situación, Sidney se marchó a Nueva York, una ciudad más cosmopolita en donde comenzó a buscarse la vida con pequeños trabajos hasta que se alistó en el ejército para trabajar como ayudante médico en un hospital de veteranos en plena época de la Segunda Guerra Mundial.
Tras el conflicto bélico, Poitier intentó convertirse en actor.
Pretendió acceder al American Negro Theatre, pero en su primera audición fue rechazado por su acento.
Este rechazo encorajinó a Sidney, quien comenzó a perfeccionar su dicción y a trabajar duro para perder el acento caribeño.
En su segundo intento terminó incorporándose al grupo teatral y poco a poco fue adquiriendo experiencia sobre los escenarios hasta terminar en Broadway, en donde triunfó a finales de los años 40 con la obra “Lisístrata”, una adaptación con intérpretes negros del conocido texto de Aristófanes.
En el año 1950 logró que el productor Darryl F. Zanuck le eligiese para intervenir en la película de Joseph L. Mankiewicz “Un Rayo De Luz” (1950), título protagonizado por Richard Widmark y Linda Darnell.
Este inicio en la pantalla grande fue continuado con papeles secundarios pero significativos en películas como “Tierra Prometida” (1951) de Zoltan Korda o “Hermanos Ante El Peligro” (1952), un film bélico dirigido por Budd Boetticher y protagonizado por Jeff Chandler.