Hace un par de décadas, los fabricantes tuvieron que colocar una traba para evitar que se roben los cinturones, que se habían puesto de moda (y que se venden por internet a 10 euros), Para optimizar su resistencia, los fabricantes tienen que garantizar que un asiento puede resistir 16 veces la fuerza de la gravedad.
Por lo general la vida útil de las plazas del avión son de 10 años, porque las aerolíneas prefieren cambiarlo por modelos más livianos.
Pero estos suelen ser revendidos a aerolíneas más pequeñas, que tienen que amortizar la inversión por al menos otra década más. Ese es el escenario que proyectan los fabricantes: asientos que duren por 20 años o más, y que se utilicen en varias aeronaves.