Durante la última década, ha habido alrededor de 300 ataques con aviones no tripulados fuera de los campos de batalla de Irak, Afganistán y Libia.
De esos ataques, el 95% se produjo en Pakistán, y el resto en Yemen y Somalia; en total, han matado a más de 2.000 presuntos combatientes y un número sin determinar de civiles.
Aunque Barack Obama reconoció hace poco que “muchos de esos ataques” se han llevado a cabo en las zonas tribales de Pakistán, para saber contra quién se dirigen y con qué autoridad hay que hacer conjeturas a partir de unos cuantos discursos y declaraciones de funcionarios estadounidenses anónimos. Se cree que existen múltiples “listas de objetivos mortales” para los drones que circulan entre diversos organismos del Gobierno.