
Sacando ventaja de los vacíos en la infraestructura aeroportuaria y la desafiante geografía de Brasil, se encuentran los turbohélices.
Considerados como la principal opción para aterrizar en pistas cortas, estas aeronaves se acomodan perfectamente al mercado local.
Adaptados a las necesidades de los clientes, aviones tales como el King Air B200 o el Pilatus PC-12 son una opción perfecta para aquellos en busca de versatilidad y bajos costos operacionales.
No es una sorpresa que los turbohélices acaparan el 61% de la flota ejecutiva de Brasil, el número más alto entre los 15 mercados líderes del sector.