Trípoli, 30 ago (EFE).- Las fuerzas afines al Gobierno de Acuerdo Nacional sostenido por la ONU en Trípoli (GNA) denunció la llegada de varios convoyes armados con grupos de mercenarios rusos, sudaneses, sirios y yemeníes a la localidad de Hoon, próxima al oasis Al Yufra, base principal de las tropas bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, tutor del Ejecutivo no reconocido en el este y hombre fuerte del país.
La línea que atraviesa Al Yufra y asciende a través de desierto hacia la ciudad costera de Sirte, 400 kilómetros al este de la capital, y divide el país en dos mitades, es desde hace dos meses el principal frente de batalla de guerra civil que ensangrienta libia desde que se agudizara en 2015.
«La Unidad de Inteligencia y Análisis de Información del Comando de Operaciones detectó columnas armadas, compuestas por mercenarios Janjawid (sudaneses), unidades del Grupo Wagner (ruso), sirios y yemeníes, a bordo de 112 vehículos con armas y municiones y apoyo logístico», aseguró el portavoz militar del GNA, coronel Mohamad Guenunu.
«Las milicias de Hafter han reunido a cientos de mercenarios chadianos y de sudaneses en un campo de entrenamiento en la ciudad de Zillah y han establecido puestos de control desde el este de Sirte hasta Al Yufra, llegando incluso a los arrabales meridionales de Sabha», capital del sur de Libia, aseguró Guenenu en un rueda de prensa ofrecida después de la medianoche.
Ante este supuesto movimiento bélico, «el Comando de Operaciones ha dado instrucciones a todas las unidades terrestres y aéreas, para que se preparen completamente. Nosotros no iniciamos esta batalla, pero seremos los que determinaremos el lugar y la hora de su final», advirtió.
Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil desde que en 2011 la OTAN contribuyeron militarmente a la victoria de los distintos grupos rebeldes sobre la dictadura de Muamar al Gadafi.
El conflicto fratricida que ensangrienta el país desde 2015 se ha convertido en los últimos meses en un enfrentamiento armado multinacional, totalmente privatizado, sin ejércitos, que libran milicias locales y mercenarios extranjeros enviados tanto por Rusia como por Turquía, los dos países más implicados junto a Francia, Egipto y Emiratos Árabes Unidos.
Ambos contendientes anunciaron días atrás su compromiso para un alto el fuego, el tercero en cinco meses, que los expertos creen que no desembocará en la paz mientras no se desarme a las milicias, el problema más grave que tiene el país. EFE