
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Semana de la Cultura Brasileña en Santo Domingo fue celebrada este final de mes con una generosa muestra de pintura, teatro, charlas y música y hasta con un alcance de la culinaria brasileña.
Toda una buena cosecha de una iniciativa cuyo objetivo fue celebrar los 179 años de la Independencia de Brasil y los 10 de servicio del Centro Cultural Brasil–República Dominicana (CCB-RD).

La Semana de la Cultura Brasileña en Santo Domingo comenzó con la abertura de varias exposiciones.
La principal, llamada “Alegría Brasileña”, expuso 80 cuadros de pinturas de artísticas brasileños, dominicanos, argentinos, españoles y de otras nacionalidades, incluyendo algunos niños que abordaron el tema de Brasil.
La curadora de esta exposición fue la artista plástica brasileña Buana Lima, quien vino desde Río de Janeiro para tales fines.
Una de las obras de pintores dominicanos que mejor impresión causó en la exposición fue la de la pintora Margarita Montilla que recrea con el predominio del rojo la esencia de unos sambistas en el Carnaval de Río, en plena Avenida Supacaí, la del afamado Sambódromo carioca.

Los estudiantes de los cursos intensivos del CCB-RD presentaron a su vez pequeñas exposiciones sobre “Leyendas brasileñas”, “Abapuru”, “Medallistas Olímpicos brasileños” y el “Tren de la Lengua portuguesa”.
La noche de esa primera actividad de la Semana estuvo amenizada por el grupo de Música del Centro Cultural Brasil-Haití (CCB-H), Motif, que repitió en los días sucesivos.
El embajador de Brasil en el país, Clemente Baena Soares (hijo del exsecretario general de la OEA del mismo nombre), participó en la Semana con una charla sobre las relaciones bilaterales, formalizadas en 1911 con una Oficina Comercial que en 1947 elevó su rango a embajada.

El embajador destacó los proyectos de cooperación técnica que se están desarrollando actualmente en las áreas de salud, medioambiente y educación, entre otros.
La parte artística de ese día estuvo a cargo del grupo de Teatro del Centro “Tinta no Palco” con la obra “Pánico”, una obra colectiva a partir de un escrito del autor brasileño Erico Veríssimo.
El miércoles fue la charla musicalizada sobre el artista brasileño João Gilberto, considerado el padre de la Bossa Nova de Brasil, fallecido en julio de este año.
La charla estuvo a cargo de Werner Garbers director del Centro Cultural Brasil-Haití, acompañado del grupo Motif, cuyos integrantes interpretaron varias de las músicas destacadas del artista, siendo una de las más conocidas y cantadas “Chega de saudade”.
El jueves fue el conversatorio con el maestro Ramón Orlando Valoy, quien en febrero de este año interpretó piezas de merengue junto la Orquesta Sinfónica de Brasil, en la ciudad de Brasilia, capital del gigante de Sudamérica.
El maestro Ramón Orlando Valoy compartió la experiencia de haber logrado que los brasilienses (candangos, afuerinos) tocaran y bailaran merengue a nivel sinfónico, con arreglos realizados por él. El grupo Motif amenizó la charla interpretando músicas dominicanas en portugués y brasileñas en español.
El viernes fue celebrado el “Sarau” 2019, en la que estudiantes y amigos del Centro Cultural compartieron su talento. Inició el grupo “4ever”, tocando músicas dominicanas y brasileñas. Las jóvenes Jennet Tineo y Lucitania Cruz recitaron poesías en español y portugués.
Las también jóvenes Natalia y Lizelot Ramírez deleitaron el público a su vez bailando varias músicas brasileñas. También Bismarck Tavarez, Ivette Rodríguez y Anahys Ceballos deleitaron e hicieron cantar a todos sus canciones. La actividad fue animada con la música del grupo Motif.
La fiesta semanal llegó a su fin el sábado. Desde la diez de la mañana artesanos dominicanos, brasileños y de otros países ofertaron sus productos al público en la sede del CCB-RD, en Gascue, incluidos unos pocos expertos en la gastronomía brasileña que no dejaron que faltara la famosa y deliciosa “feijoada” ni el postre de asaí (azaí, huasaí, palma murrapo, naidí o açaí) el maravilloso fruto de la palmera o palma manacá, cuyo consumo data de tiempos precolombinos. Es un alimento muy importante en la dieta amazónica.

El Grupo Motif y el Grupo Alemar Capoeira animaron la fiesta final con una ronda de samba, en la que los asistentes fueron recibiendo instrumentos de música del solista de Motif. Buen ojo, ninguno de quienes recibió alguno de ellos dejó de sacarle música de buen tono.
Al calor de las interpretaciones musicales, Anahys Ceballos, la auxiliar Administrativa del CCB-RD, dejó por un momento la generosa distribución de la feijoada y deleitó a los comensales de otra forma, interpretó con ángel y alcurnia la Garota de Ipanema, el afamado bossa nova compuesto en 1962 con letra de Vinícius de Moraes y música de Antonio Carlos Jobim, uno de los himnos da Cidade Maravilhosa.
La joven Anahys Ceballos, al igual que decenas de jóvenes dominicanos del CCB-RD, hablan (y cantan…) en perfecto portugués pese a que ninguno dijo haber viajado alguna vez a Brasil. Esta es una tarea pendiente de las empresas de Brasil que operan en República Dominicana y viceversa.

Luego de una exhibición de capoeira, la Semana concluyó con la presentación a casa llena de la pieza teatral “El Visitante”, de la escritora brasileña Hilda Hilst y a cargo del grupo “Tinta no Palco”.