La pieza icónica de la moda conquistó a mujeres de todo el mundo, desde la realeza hasta las ciudadanas de a pie.
Creado por Diane von Fürstenberg, el vestido «wrap», uniforme de las primeras mujeres emancipadas en la década de 70, ahora es también uno de los favoritos de la reina Letizia, la duquesa de Cambridge, Michelle Obama, Madonna o mujeres corrientes que quieren estar perfectas un lunes cualquiera.
Elegante y sexy es tan perfecto para ir a bailar como para ir a trabajar». Así se define al vestido «wrap» en el libro «El ABC de la moda«, editado por Phaidon.
Desde su nacimiento en 1972, el «wrap dress» es un icono, un modelo universal, con múltiples posibilidades. «Un sencillo vestido todo en uno, elegante, cómodo y sexy. No pasa de moda. Sirve para cualquier ocasión, en cualquier lugar del mundo, y se ajusta a todo tipo de mujer», dijo Diane von Fürstenberg.
El vestido «wrap», únicamente una tela que cruza la silueta femenina y se sujeta anudando un cinturón por encima de la línea de la cintura, salió a la venta con el siguiente eslogan: «Siéntete como una mujer. Ponte un vestido», toda una declaración de empoderamiento de la mujer.
Su historia comienza cuando Diane von Fürstenberg vio en televisión a Julie Nixon Eisenhower con un top anudado a la cintura y una falda y decidió unir ambas piezas.
«Lo único que tuve fue el instinto de que las mujeres querían una opción de moda más allá de la ropa ‘hippie’, los pantalones de campanas y los rígidos trajes pantalón que ocultaban su femineidad«, explica la creadora en su autobiografía, «A Signature Life» (1998).
Esta pieza no tardó en hacerse viral. Cientos de mujeres acudían a por este vestido tan especial y novedoso que les permitía mantener y preservar su poder en el trabajo y expresar al máximo su feminidad, además de ser apto para todas las tallas y alegre gracias a sus característicos estampados geométricos y, posteriormente de serpiente y de leopardo.
El vestido envolvente tuvo todo su apogeo en los setenta, una época en la que el mundo miraba hacia Nueva York, concretamente a las legendarias noches de Studio 54, la discoteca en la se veían las nuevas tendencias de la mano de Jerry Hall, Bianca Jagger, Carolina Herrera, Diana Ross, Liza Minnelli, Ivana Trump, Brooke Shields, Cher y Olivia Newton-John.