FAHD JACOBO –Periodista–
Miembro de la Sociedad Numismática Dominicana.
« Las Monedas Hispanoamericanas, son las acuñadas por España en sus antiguas colonias de América, que comienzan con Carlos I de España y V de Alemania, y su madre doña Juana I de Castilla, batidas en la primera mitad del Siglo XVI, en las cecas de México y Santo Domingo, y terminan con las de Fernando VII, en el primer cuarto del Siglo XIX, con numerosas cecas distribuidas en el vasto Continente Americano »
«Plus Ultra» (del latín, Más allá) es el lema oficial de España. Fue utilizado por primera vez en 1516 por Carlos I de España, que lo empleó como su lema personal como expresión del dinamismo del nuevo imperio español.
Según los estudios de Earl Rosenthal, el lema proviene de la influencia del médico y consejero personal de Carlos I, el humanista milanés Luigi Marliano (1464-1521). Este aconsejó al joven duque y futuro emperador en 1516, cuando alcanzó su mayoría de edad y fue proclamado gran maestro de la Orden del Toisón de Oro, poner bajo su oficina el lema latino Plus Ultra.
Originalmente, la frase se acuñaba en francés, el idioma que se hablaba en la corte flamenca, pues al fin y al cabo el condado de Flandes dependió de la casa de Borgoña hasta su transmisión a los Habsburgo y además esa lengua era la considerada culta en su tiempo. Por tanto, el lema era «Plus oultre». Por supuesto, la animadversión que se produjo en España contra los ministros que Carlos I trajo consigo hizo más prudente cambiarlo por «Plvs Vltra», por lo cual, al parecer, los consejeros de Carlos I encontraron más satisfactorio el usarlo en esta forma en lugar de su forma correcta en latín, la cual debió ser «Plvs Vlterivs».
Plvs Vltra se utilizó para animar a los navegantes a desafiar y olvidar la antigua advertencia de la mitología griega, según la cual Hércules había puesto dos pilares en el Estrecho de Gibraltar, y se creía que eran el límite del Mundo, la última frontera que los navegantes del Mediterráneo podían alcanzar.
Era el «Non terrae plus ultra» («No existe tierra más allá») en referencia también a Finisterre, pero este lema perdió su poder simbólico a raíz de que Cristóbal Colón llegara a las Indias Occidentales cruzando el océano Atlántico en 1492. En el actual escudo de España, el lema viene escrito alrededor de las dos Columnas de Hércules.
Este lema era una forma de exaltar la audacia de sus nuevos súbditos al expandir sus fronteras y llevar la fe cristiana al Nuevo Mundo cumpliendo el sueño de Colón y la reina Isabel, pero también de dejar patente la voluntad de extender la Reconquista al norte de África.
Por esa última razón, cuando en febrero de 1520 Carlos hizo su solemne y aclamada entrada en Burgos de camino a Santiago de Compostela, donde había convocado Cortes para conseguir financiación en su objetivo de alcanzar la corona del Sacro Imperio Romano Germano (en ese momento era Rey de Romanos, el título previo), fue recibido con un arco triunfal que en un lado llevaba la inscripción «Plus ultra» y en el otro «Toda África llora porque sabe que tienes la llave y eres su maestro». La llave era una referencia metafórica a Gibraltar.
Al joven monarca le gustó la sugerencia de Marliano -al que hizo obispo de Tuy- y mandó grabar Plus ultra en su silla catedralicia de Bruselas, siendo así el primer e insólito documento en el que aparece.
Ceca de México
La primera vez que este lema se utilizó en una acuñación de moneda en las cecas españolas radicadas en América hace referencia a la real cédula del 1 de mayo de 1535 donde extraemos el siguiente párrafo:
«Y en cuanto en el segundo capítulo del cuaderno de las dichas leyes y ordenanzas, se declara la forma que ha de tener la dicha moneda de plata que así se labrare, sea la mitad de ella de reales sencillos, y la cuarta parte de reales de a dos y de a tres, y la otra cuarta parte de medios reales y cuartillos, y el cuño para los reales sencillos y de a dos y tres reales ha de ser de la una parte castillos y leones con la granada, y de la otra parte las dos columnas, y entre ellas un rótulo que diga plus ultra, que es la divisa del emperador mi señor, y los medios reales han de tener de la una parte un R y una L y de la otra parte la dicha divisa de las columnas con el dicho rótulo de plus ultra, y los cuartillos tengan de la una parte una I y de la otra un R y en el letrero de toda la dicha moneda de plata diga Carolus, Ioanna Reges Hispanie, et Indiarum, y lo que de esto cupiere, y póngase en la parte donde hubiere la divisa de las columnas una M Latina que se conozca que se hizo en México» –
Ceca de Santo Domingo
Según lo prescrito en la real cédula de Valladolid del 3 de noviembre de 1536, ordena la acuñación de monedas de plata y vellón en la ceca de Santo Domingo: «De la plata a labrar, la mitad se haría en reales sencillos, y de la otra mitad se harían dos partes: una se emplearía para labrar reales de a dos y de a tres, y la otra para medios reales y cuartillos. Los reales sencillos, de a dos y de a tres, tendrían por una parte castillos y leones, y de la otra las columnas de Hércules con el lema PLUS ULTRA entre ellas. Los medios reales por un lado mostrarían una K y una Y, y por el otro la divisa de las columnas con el rótulo mencionado. Los cuartillos por su parte llevarían por una cara una Y, y por la otra una K. Todas las piezas llevarían la leyenda KAROLUS ET IHOANA REGES HISPANIARVN ET INDIARVM, o lo que de esto cupiere».
Como símbolo de la ceca, se ordenaba poner una S que se colocaría en el lado de las columnas para que se conociera que las monedas habían sido labradas en Santo Domingo. No obstante, esta última instrucción solo se cumplió en parte, ya que se agregó una marca complementaria D -P como aparece acuñada en algunas piezas- al otro lado de la S para que dijera Santo Domingo. La S sola, fue la sigla utilizada para las cecas de Sevilla y Chile.
Ceca de Lima
La Real Cédula del 21 de agosto del 1565 ordenó instalar una casa de acuñación en Lima, y solo acuñar monedas de plata, prohibiendo las de oro y vellón. Las primeras monedas peruanas se acuñaron en 1568 y son similares a las acuñadas en México durante el reinado de Carlos I y su madre la reina Juana y volviendo a verse la divisa «PLVS VLTRA» en las monedas acuñadas en esta ceca.
Dichas piezas son conocidas con el nombre de «Rincones» pues el ensayador que puso la inicial de su apellido en las monedas se llamaba Alonso de Rincón. La ceca limeña cesó sus trabajos en 1570 y parte de sus implementos se trasladó a la ciudad de La Plata como respuesta a la expansión minera en el Sur andino. En 1577 la Casa de Moneda de Lima reinició sus trabajos y se acuñaron monedas hasta el año 1588, en que se volvió a clausurar. En ese tiempo se acuñaron monedas con un nuevo diseño dispuesto por el rey Felipe II, conocidas con el nombre de «Escudo Coronado».
Ceca de La Plata
En 1572 a su paso por la ciudad de La Plata el virrey Toledo luego de haberse reunido con los cabildantes, oidores y otras personas importantes del lugar, quedó convencido de las bondades que traería al reino el traslado de la ceca limeña a ese paraje, y determinó que fuese llevada a La Plata.
La reacción de Lima fue violenta, la Audiencia protestó contra lo que consideraba un derecho por cuanto se había establecido la ceca por orden del rey y sólo por orden suya podría ser desmontada.
Se sabe muy poco sobre esta ceca, debido al corto tiempo de su funcionamiento, pero no cabe ninguna duda que Alonso Rincón, el antiguo y primer ensayador de la casa de moneda de Lima fue quien se ocupó de los ensayes en esta ceca.
Hay documentos que indican que solo se acuñaron valores hasta 4 reales, ya que la autorización para fabricar las piezas de ocho reales se otorgó el 31 de marzo de 1575 cuando ya operaba la ceca de Potosí.
Ceca de Potosí
La visión del virrey Francisco de Toledo llevó adelante la construcción de la primera Casa de Moneda en las alturas de la villa potosina debido a problemas para continuar con la acuñación en la ceca de lima. En 1572 se pusieron los cimientos en las inmediaciones de la plaza del Regocijo (Plaza 10 de Noviembre) bajo la responsabilidad del alarife potosino Jéronimo de Leto, concluyendo la obra después de tres años. Su costo ascendió a 8.321 pesos, un tomín y 13 granos de plata.
Según los libros de la Hacienda Real de Potosí, tras la primera rendición de monedas de plata que se sacaron de la Casa de Moneda de la Villa Imperial, los trabajos de acuñación se iniciaron el 28 de marzo de 1574. Lo que significaría que la ceca de Potosí se construyó entre diciembre de 1572 a marzo de 1574.
Ceca del Nuevo Reino (Santa Fe de Bogotá)
El rey Felipe III de España mediante la Real Cédula de Madrid del 1 de abril de 1620 ordenó al ingeniero Alonso Turrillo de Yebra que fundara una casa de moneda en Santa Fe de Bogotá. Turrillo llegó al Nuevo Reino de Granada y se instaló en una de las primeras edificaciones de Bogotá, donde inició labores de acuñación en 1621.
Los responsables de la ceca de nuevo reino en Santa Fe de Bogotá hicieron que las nuevas monedas se distinguiesen de las labradas en la ceca de Potosí debido a que estas eran más propensas a ser falsificadas. En ella se puede visualizar el «PLVS VLTRA» en el centro del campo de la moneda flanqueada de las dos columnas de «Hércules».
Ceca de Guatemala
El rey Felipe V autoriza la fundación de la Casa de Moneda de Guatemala mediante Cédula Real del 17 de enero de 1731, empezando la acuñación de monedas en 1733 con la identificación de la ceca de Guatemala « G » .
Debido a que el terremoto de 1773 destruye totalmente la ciudad de Santiago de Guatemala, la capital es trasladada al Valle de la Ermita en 1776. A partir de ese año se empieza a usar como marca de ceca las letras «NG», de Nueva Guatemala. La nueva Casa de Moneda continuó acuñando piezas, con las características de las monedas españolas hasta el fin de la Época Colonial.
Ceca de Santiago
La casa de moneda de Santiago de Chile fue creada el 1 de octubre de 1743 por Real Cédula de Felipe V. Fue una iniciativa de Francisco García de Huidobro que propone la creación de una instalación una ceca para acuñar monedas en Santiago de Chile, debido a la escasez de circulante.
Se le autoriza su funcionamiento con un privilegio perpetuo a García de Huidobro. Este debe asumir los costos de instalación y el pago de los funcionarios, a cambio de recibir las utilidades y el título de Tesorero Perpetuo.
La pragmática de Medina del Campo
El 13 de junio de 1497 los Reyes Católicos promulgaron la Pragmática de Medina del Campo, un documento que contenía una serie de normas a cumplir, fue el primer reglamento a seguir para organizar la economía castellana y que perduraría hasta varios siglos después, incluso hasta la época contemporánea.
La innovación de este documento fue concentrar en un único ordenamiento todos los aspectos relativos a la moneda. Las tres monedas que se regularan a partir de 1497 estarán compuestas de oro, plata y vellón (aleación de plata y de cobre, que contiene 50% de cobre.
Si el metal que predomina es la plata hablamos de vellón rico, caso de predominar el cobre de vellón pobre. Se considera como el momento en que se inician las emisiones monetarias propias de un estado moderno.
La Pragmática se estructura en varios títulos: el 1ro está dirigido a establecer la legislación que debe regir en las casas de la moneda y la jurisdicción que tendrán sus empleados. Formado por 3 leyes, en las que se regula el estamento social, privilegios y jurisdicción de los empleados y de las casas de moneda. El 2do título es el más completo, pretende regular los procedimientos y las ordenanzas por las que se deberán regir los oficiales y los derechos que tendrán por ocupar dichas labores.
Consta de 74 leyes. En las 4 primeras se establecen los tipos de monedas que se acuñarán y sus equivalencias en los metales nobles. En las siguientes se fijan los consentimientos para acuñar moneda en las cecas a toda la población castellana, las penas para aquellas personas que osen incumplir esta legislación, los procedimientos que deben seguir los acuñadores en sus labores y los salarios que recibirán por estos trabajos; y se regularizarán los medios de control y validación de las monedas.
Gracias a que los sucesores de los Reyes Católicos se aferraron a sus reformas éstas se mantendrían hasta la primera mitad del siglo XIX, incorporando tan solo algunas variaciones o innovaciones como la que realizo Carlos V al incorporar el Real de a 8 de gran calidad convirtiéndose en divisa internacional hasta el siglo XIX.
Esta moneda tan importante para Castilla, seguiría las directrices de la Pragmática de Medina del Campo y se seguiría acuñando a nombre de los Reyes Católicos para conservar la confianza y prestigio que tenían estos reyes. Hasta tiempos de Felipe II se seguiría acuñando a nombre de Isabel y Fernando, cambiando a partir de la Pragmática de Nueva Estampa del 22 de noviembre de 1566.
Monedas Columnarias
Por parte de las tiradas, se acuñaron desde 1732, reemplazando las acuñaciones a martillo, hasta 1772, cuando fueron reemplazados por el busto del monarca como motivo. Aparecen en ellos nombrados Felipe V, Fernando VI y Carlos III. En cuanto a las cecas, se emitieron en México (1732 – 1772), Lima (1751 – 1772), Santiago (1751 – 1771), Potosí (1767 – 1770), Guatemala (1754 – 1771) y Santa Fe (1759 y 1762), siendo las dos primeras cecas las que más piezas acuñaron con gran diferencia.
El reverso del columnario mostraba un dibujo característico: dos globos terráqueos representando a los hemisferios oriental y occidental con una corona real encima de ambos, debajo de los dos globos aparecía un dibujo de olas marinas (representando al mar que separaba Europa y América), aparecía una columna coronada a cada lado de los globos (por lo cual las monedas tuvieron el nombre de columnarios) representando las Columnas de Hércules, cada columna era ceñida con un paño llevando el lema «PLUS ULTRA» (Lema nacional de España que significa en latín «más allá»), en el borde superior del anverso aparecía la leyenda «UTRAQUE UNUM» que en latín significa «ambos son uno» resaltando la unidad entre los territorios del imperio español en cada hemisferio; en el borde inferior aparecía la fecha de emisión y las marcas de la ceca.
El anverso de la moneda mostraba el nombre del monarca español en latín seguido de la leyenda (también en latín) «D G HISPAN ET IND REX» que significa «por la gracia de Dios Rey de las Españas y de las Indias», a la izquierda aparecían las iniciales del ensayador y en el centro el escudo de España en gran tamaño con una corona real encima; para evitar falsificaciones o cercenamientos el canto de la moneda tenía grabadas unas hojas de laurel en gran detalle.
Monedas de Bustos
El 18 de marzo de 1771 se emite en el Pardo, España, Real Cédula con la intención de cambiar la moneda Columnaria por una de Busto Real, buscando uniformar las emisiones de España con las americanas. Sin embargo, sería hasta el 2 de enero de 1772 que llega el comunicado a la Nueva España, en el cual se establece que toda la moneda de 1772 debería de ser de Busto Real, adicionalmente en esa misma fecha el Virrey Antonio María de Bucareli informa que «Se mandó labrar la moneda de plata y oro con arreglo a nuevos sellos y matrices, de acuerdo con la real nueva Ordenanza dada en el Pardo a diez y ocho de marzo del año próximo pasado».
Bajo esa misma tesitura, cabe mencionar que los herramentales de la nueva moneda De Busto se enviaron de España el 9 de junio de 1771, remitiendo a la Casa de Moneda en tres cajones, troqueles en liso, 4 matrices de retrato del Real de a Ocho de plata, 1 punzón real de a Ocho sin templar.
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Conjunto Monumental Histórico de Panamá Viejo
Pragmáticas, Cédulas Reales, Instrucciones y otras disposiciones legales referentes a moneda en Castilla durante la Gasa de Austria
«Plus Ultra», el lema de la España imperial que ha sobrevivido hasta nuestros días.
Monedas antiguas y contemporáneas de México (octubre 12, 2015)
La evolución de los cambios monetarios en el reinado de Isabel la Católica según las cuentas del tesorero Gonzalo de Baeza (1477-1504) José María DE FRANCISCO OLMOS *