El Día Mundial de la Salud Mental se conmemora todos los 10 de octubre; el objetivo que persigue, es el de recordar que la salud de cada individuo es la sólida base para la construcción de vidas plenas y satisfactorias. Esto tiene una estricta correlación con la definición de «salud» (1946) propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que la considera como un «estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Así, se establecen estrechos vínculos entre la salud física y la salud mental, entendiendo que son pilares fundamentales para el bienestar.
Estas efemérides, el Día Mundial de la Salud Mental, se conmemora con una campaña que busca concentrar la atención mundial en la identificación, tratamiento y prevención de algún trastorno emocional o de conducta destacado para ese año.
Es un día y una conmemoración establecida y organizada por las instituciones de acuerdo con entidades y colectivos de familiares y profesionales. En contraposición, se celebra anualmente en cada vez más países el Día del Orgullo Loco, organizado por colectivos de supervivientes de la psiquiatría que consideran que son un colectivo al que se ha invisibilizado, tutelado y marginado, y que buscan visibilizar sus problemas causados precisamente por los agentes, organizaciones e instituciones sanitarias, familiares y profesionales.
En general, dentro del Orgullo Loco, hay discursos de crítica y oposición a los diagnósticos del DSM y CIE en contraste con la temática anual del día de la salud mental, que suele estar relacionado con una etiqueta psiquiátrica.