La Asamblea General de las Naciones Unidas ha designado el 13 de octubre como el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres (DIRRD), cuyo propósito es promover una cultura mundial para la reducción del riesgo de desastres, lo que incluye aspectos de prevención, mitigación y preparación.
Se trata de una oportunidad para reconocer los avances realizados en materia de reducción del riesgo de desastres y reducción de pérdidas en vidas, medios de subsistencia y salud, en línea con el objetivo del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015 – 2030, adoptado en la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, celebrada en marzo de 2015 en Japón.
En 2016, el Secretario General de las Naciones Unidas lanzó la campaña “Sendai Siete” para promover cada una de las siete metas a lo largo de sus siete años de duración. La meta correspondiente al año 2020 es la Meta E: “Incrementar considerablemente el número de países que cuentan con estrategias de reducción del riesgo de desastres a nivel nacional y local para 2020”.
En consonancia con la atención que el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres presta al impacto de los desastres en la vida y el bienestar de las personas, el tema de este año busca transmitir el mensaje de que muchos desastres pueden evitarse o prevenirse a través de estrategias de RRD para gestionar y reducir los niveles de riesgo existentes y evitar la creación de nuevos riesgos. En otras palabras, nos referimos a la «buena gobernanza del riesgo de desastres».
¿Qué son los desastres naturales?
Con el término desastres naturales se hace referencia a las pérdidas de vidas humanas y materiales como consecuencia de fenómenos naturales.
La mayoría de muertes a causa de desastres naturales se deben a eventos meteorológicos en especial, inundaciones, tormentas y olas de calor que han duplicado sus cifras durante los últimos 40 años.
Otra parte importante se da por eventos geofísicos extremos, en especial terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas.
Datos sobre desastres naturales en los últimos años
Como datos curiosos, durante los últimos 20 años, más de 1,35 millones de personas han perdido la vida como resultado de la exposición a amenazas naturales, en especial mujeres y niñas.
Además, más de 4.000 millones de personas han tenido que desplazarse y se han quedado sin hogar, o han resultado heridas, lesionadas, o han tenido que recurrir a algún tipo de ayuda de emergencia.
Miles de infraestructuras y servicios básicos han sido destruidos y paralizados, causando más daños a la población y a la economía de los países afectados.
¿Por qué un día para la reducción de los desastres?
Los desastres naturales, muchos de ellos, consecuencia del cambio climático, hoy por hoy son inevitables, pero los daños que causan pueden minimizarse si se toman algunas medidas concretas.
Concretamente son los gobiernos locales y regionales los que tienen que hacer un esfuerzo para la preparación y la respuesta a las catástrofes.
Campaña Sendai Siete
Actualmente, la UNISDR está lanzando la campaña Sendai Siete, para promover cada una de las siete metas incluidas en el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, adoptado en Sendai, Japón en marzo de 2015, que son las siguientes:
- Reducir la mortalidad mundial.
- Reducir el número de personas afectadas.
- Reducir las pérdidas económicas.
- Reducir los daños en infraestructuras vitales e interrupción de los servicios básicos, como la salud y la educación.
- Incrementar el número de países con estrategias de reducción de riesgos de desastres.
- Mejorar la cooperación internacional.
- Incrementar la disponibilidad de los sistemas de alerta temprana.
¿Cómo celebrar el Día Internacional para la Reducción de los Desastres?
Realmente el objetivo de este día es generar una cultura de prevención ante fenómenos naturales, y para ello, lo primordial es la educación. Infórmate a cerca de cosas que puedes hacer para estar preparado y poder ayudar en caso de un desastre. No se trata de estar permanente asustado, pero sí de saber prevenir y responder.
Por ejemplo, cuando entres en un edificio observa cuál es la salida de emergencia más cercana. Lee en Internet sobre cómo responder ante un terremoto o una alerta de sunami. Educa a los más pequeños en cómo protegerse a sí mismos.
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