La presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, dirigió el 9 de octubre un evento para homenajear a 47 soldados bolivianos que en 1967 murieron al enfrentarse contra el grupo liderado por el ‘Che’ Guevara, quien posteriormente fue capturado y ejecutado en La Higuera durante la dictadura de René Barrientos, aliado de EE.UU.
La presidenta calificó las muertes de estos militares de «asesinatos cobardes» y a ellos mismos de «héroes bolivianos» que frenaron «al ‘Che’ y a su invasión criminal y comunista».
«La lección que dimos los bolivianos al mundo, con la derrota y la muerte de ‘Che’ Guevara en Bolivia, es que la dictadura comunista aquí no tiene paso, ni la comunista, ni la fascista, ni la populista», declaró Añez.
En el mismo acto, el ministro de Defensa boliviano, Fernando López Julio, indicó que hace 53 años los guerrilleros del ‘Che’ «vinieron a imponer por las armas un modelo político y económico» y advirtió a «cubanos, venezolanos, argentinos o lo que fuere van a encontrar la muerte en nuestros territorios«.
Además, López criticó al expresidente de Bolivia, Evo Morales, por cambiar «el orgullo por vergüenza» y que «manchó el honor» de las Fuerzas Armadas bolivianas.