Los doctores le diagnosticaron una rara enfermedad pulmonar asociada a la respuesta del organismo ante una inflamación. Ahora debe usar una máscara de oxigeno por las noches.
Una adolescente de 18 años oriunda de la ciudad de Nephi (Utah, EE.UU.) asegura haber desarrollado una rara afección pulmonar que la llevó a pasar tres días en coma inducido a raíz de su hábito de fumar cigarrillos electrónicos todos los días durante tres años, informa FOX 13.
Maddie Nelson detalló que en su escuela todos usan vaporizadores y que inicialmente ella fumaba fluidos aromatizados —conocidos como ‘e-líquidos’ — libres de nicotina, pero con el tiempo comenzó a probar numerosas marcas, hasta que acabó inhalando productos con al menos 3 miligramos de nicotina.
«Pensaba que vapear estaba bien» y «hacía todos los trucos [con el vapor], todo el tiempo», confesó la joven.
Crisis súbita
Sin embargo, durante los últimos meses comenzó a sentirse mal y a perder el apetito, hasta que en julio su estado de salud se agravó bruscamente y comenzó a tener fiebre, por lo cual fue trasladada al hospital de Payson.
«Mi temperatura era tan alta que mi cerebro simplemente se desconectó por completo», dice la joven, hasta tal punto que pensaba que había pasado una noche en el hospital, «cuando en realidad llevaba allí cuatro días», recordó Nelson.
Y añadió que los doctores no lograron identificar la causa del problema, por lo cual la derivaron al hospital regional de Timpanogos, donde se la colocó en un coma inducido en la unidad de terapia intensiva por tres días.
Según relató, finalmente allí le diagnosticaron neumonía eosinofílica, una enfermedad poco frecuente causada por la acumulación de glóbulos blancos en los pulmones en respuesta a la inflamación. De acuerdo con las autoridades de salud estatales, los casos de afecciones similares son frecuentes entre los usuarios de vaporizadores.
«En el interior de mis pulmones tenía partículas relacionadas con la glicerina de los líquidos de vaporizadores, mis pulmones estaban llenos de fluidos», comentó Nelson. Y añadió: «[Los doctores] dijeron que mi radiografía de pecho era una de las peores que jamás habían visto».
«Cuando inhalas la humedad, se crea el ambiente perfecto para que crezcan bacterias dentro tus pulmones y que comience la infección. Y eso es básicamente lo que sucedió», manifestó la joven, que agregó: «Los doctores dijeron que no tienen ninguna duda de que eso fue por vapear».
Actualmente Maddie continúa recuperándose y es monitoreada regularmente por los médicos. Su capacidad respiratoria ha mejorado, pero aún debe usar máscara de oxígeno por las noches, ya que su pecho en ocasiones puede volverse rígido de manera inesperada.
«Después de pasar por toda esta experiencia, no volvería a tocar un vaporizador otra vez», concluyó Nelson.