El demócrata Jamie Harrison, quien busca arrebatar el escaño de Lindsey Graham, explicó que toda persona en contacto estrecho con un caso positivo debería estar aislada
Un candidato demócrata al Senado llevó su propia barrera plástica para estar más separado de su contrincante republicano, el senador Lindsey Graham, luego de que varios miembros del partido oficialista hayan resultado contagiados de coronavirus.
Jamie Harrison, quien hasta hace unas semanas estaba muy relegado en las encuestas en Carolina del Sur, está actualmente en empate técnico con Graham, uno de los congresistas más cercanos al presidente, habitual vocero y defensor de sus políticas. Así, aprovechando que todas las miradas volvieron a ponerse en la pandemia tras el contagio del presidente, el equipo del aspirante afroamericano llevó una pantalla de plexiglás para evitar todo contacto con su rival.
Los podios estaban separados por más de tres metros y, al igual que en el debate presidencial, los candidatos no se dieron el habitual saludo de manos.https://3f8feeb7663dcd353ebc79b02824b82f.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html
La campaña demócrata explicó que la barrera fue puesta para hacer cumplir las recomendaciones sanitarias, que aconsejan el aislamiento por 14 días de cualquier persona que haya estado en contacto estrecho con un infectado de Covid-19.
Los candidatos afirmaron haber dado negativo en pruebas realizadas el viernes, pero Graham ha tenido recientes reuniones con varios republicanos que dieron positivo en los últimos días, así como con el propio Trump. “No se trata sólo de mí, sino de las personas en mi vida a las que tengo que cuidar, así como a mis dos hijos, mi esposa y mi abuela”, dijo Harrison.El candidato demócrata Jaime Harrison ha recibido un gran apoyo de donaciones de campaña y se ha acercado en las encuestas hasta estar empatados (AP)
Durante el debate, al tocarse el tema de la pandemia, Graham reiteró su compromiso de mantener la economía y el gobierno trabajando en medio de la pandemia y señaló: “El virus es un problema que salió de China, no de la Trump Tower”. Por su parte, Harrison resaltó la flexibilidad del gobierno estadounidense como culpable de que el país sea el más afectado a nivel mundial, con más muertes y contagios que ninguna otra nación.
El encuentro se realizó sin público y los reporteros y el personal de campaña debieron firmar cuestionarios en los que declaraban no haber estado expuestos al coronavirus ni presentar síntomas vinculados.
Harrison, de 44 años, fustigó a Graham, de 65, por lo que caracterizó como posiciones contradictorias sobre si es apropiado llenar las vacantes de la Corte Suprema en un año de elecciones presidenciales.
“Senador, usted dijo ‘usen mis palabras en mi contra’”, dijo Harrison, refiriéndose a los comentarios de Graham en 2018 sobre el tema. “Su promesa fue que ningún nominado judicial debería ser aprobado durante el último año de una elección. ¿Qué tan buena es tu palabra?”
Graham, recordó su apoyo a dos de los nominados a la Corte Suprema por Barack Obama y dijo que Barrett “va a ser confirmada porque el presidente tiene la autoridad constitucional para hacerlo”.Lindsey Graham, uno de los más fieles defensores de Trump (AP)
Graham es clave en el proceso de confirmación de la jueza Amy Coney Barrett, nominada por Trump para la Corte Suprema, ya que es el titular del Comité Judicial de la Cámara Alta. Precisamente, se cree que la ceremonia del anuncio de su nominación fue donde se produjeron los contagios, ya que al menos siete asistentes dieron positivo tras un encuentro sin mascarillas ni distancia.
El Comité planea mantener su apretado calendario, con miembros sesionando por teleconferencia, para lograr que la votación del Senado se realice antes de las elecciones del 3 de noviembre. Para ello, será necesario que ninguno de los tres republicanos que han dado positivo continúe en tratamiento ni aislamiento, y así poder completar los 50 votos mínimos.
Los funcionarios de la campaña de Harrison dijeron que recaudaron 340.000 dólares durante el debate y la hora que lo siguió. Por su parte, la campaña de Graham se abstuvo de revelar sus cifras. Los dos candidatos tienen programado un nuevo debate el 9 de octubre.