Foto: Reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) en el centro de convenciones McCormick de Chicago para debatir los más de 2,400 estudios presentados con los últimos avances en el abordaje farmacológico y clínico del cáncer. EFE/Ana Soteras.
Chicago (EEUU), 4 jun.- La Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) termina hoy su reunión anual celebrada, como cada año, en el centro de convenciones McCormick de Chicago (EE.UU) con la mirada puesta en nuevos tratamientos más precisos y eficaces contra el cáncer.
Esta 55 edición concluye después de cinco días de intensas reuniones, ponencias, debates y análisis con más de 30.000 expertos de todo el mundo.
Estas son las claves de la cumbre de la oncología mundial:
1.- La medicina personalizada de precisión con terapias diana e inmunoterapia se consolida como vía más efectiva para combatir el cáncer.
2.- Uno de los avances destacados: La irrupción de la terapia personalizada, con el inhibidor olaparib, en el cáncer de páncreas. Se benefician pacientes con la mutación genética BRCA, un 7% de los casos. Un tumor letal que hasta ahora solo contaba con la quimioterapia para el tratamiento de los casos avanzados.
3.- La esperanza de vida de los pacientes con cáncer de pulmón avanzado tratados con inmunoterapia ya se cuenta por años y no por meses. Presentados por primera vez datos de supervivencia a cinco años con el anticuerpo monoclonal pembrolizumab.
4.- Los nuevos fármacos tienden a dirigirse contra dianas genéticas independientemente del órgano donde se origina el tumor. Hay cánceres distintos que comparten las mismas mutaciones, se denominan tumores agnósticos.
5.- Un ejemplo de estos tumores: Un pequeño grupo de niños y adolescentes con cánceres de mal pronóstico al ser recurrentes o refractarios (que no responden al tratamiento), algunos del sistema nervioso central, han respondido a la terapia dirigida entrectinib. Este inhibidor ataca a una fusión de genes muy poco común que portan estos niños. Se abre así una vía de tratamiento.
6.- En cáncer de mama destaca el estudio sobre mujeres jóvenes con cáncer de mama avanzado o metastásico, especialmente agresivo. Una terapia diana, ribociclib, combinada con otra hormonal ha demostrado por primera vez en estos casos una tasa de supervivencia del 70% en pacientes con el subtipo más común, el de receptores hormonales.
7.- El cáncer de mama triple negativo, el menos frecuente pero el más agresivo porque carece de biomarcadores a los que dirigir los tratamientos innovadores, está en el foco de la inmunoterapia atezolizumab ya que algunas pacientes están respondiendo a esta estrategia terapéutica que estimula el sistema inmune contra el cáncer.
8.- La inmunoterapia pembrolizumab podría convertirse en alternativa a la quimioterapia en cánceres gástricos, lo que aportaría menor toxicidad y mejor calidad de vida al paciente.
9.- Este año la reunión de ASCO ha mostrado un sesgo más social: estudios presentados en la sesión plenaria destacan los beneficios de la reforma sanitaria que hizo el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en 2010, el «Obamacare», y que el actual mandatario Donald Trump ha prometido desmantelar.
Los registros demuestran, entre otros aspectos, que se han reducido las desigualdades raciales en el acceso a la atención del cáncer y que han aumentado los diagnósticos en fase precoz de tumores de ovario.
10.- El presidente de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), Josep Tabernero, destacó en Chicago la necesidad de avanzar para que el acceso a los medicamentos sea cada vez mas generalizado. Propuso programas de reembolso basados en la efectividad del medicamento o relacionados con la situación económica de cada país.
Inmunoterapia reduce riesgos en cáncer de pulmón con metástasis de hígado
Más de la mitad de los pacientes con un tipo concreto de cáncer de pulmón y metástasis iniciales en el hígado redujeron el riesgo de empeorar o de muerte en un 48% al ser tratados con una combinación de fármacos de inmunoterapia, antiangiogénico y quimioterapia.
Además, en el 60,8% de los casos se redujeron los tumores, según los datos del estudio IMPower 150 presentados en la reunión anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO).
El estudio en fase III, de la compañía Roche, reclutó a más de 1,200 pacientes con cáncer avanzado de pulmón no microcítico, el tipo más frecuente, y metástasis hepáticas iniciales que no hubieran sido tratados previamente con quimioterapia.
El ensayo ha probado que incorporar el fármaco de inmunoterapia atezolizumab al antiangiogénico bevacizumab (que previene la formación de vasos sanguíneos que ayudan a crecer al tumor), junto a quimioterapia, aumenta la supervivencia global casi cuatro meses.
«Para estos pacientes, que tienen una alta carga visceral, necesitamos un esquema de tratamiento que actúe rápido y con alta capacidad destructiva sobre el tumor», explicó el doctor Delvys Rodríguez, oncólogo del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, máximo centro reclutador de pacientes en España.
Otro aspecto relevante de este ensayo clínico es haber comprobado su impacto sobre pacientes con las mutaciones genéticas EGFR y ALK.
«Hasta ahora no se le concedía valor a la inmunoterapia en pacientes con estas alteraciones. Los resultados no eran buenos utilizando la inmunoterapia en solitario, pero ahora hemos observado que en ellos esta combinación consigue reducir prácticamente un 50% el riesgo de muerte en esta población», señaló el oncólogo.
Por otra parte, en esta edición de ASCO también se ha presentado el estudio fase IIIb SAUL, que ha probado el atezolizumab en más de mil pacientes con cáncer de vejiga metastásico o avanzado en la práctica clínica real, el más amplio realizado hasta ahora.
Eso ha permitido confirmar su beneficio sobre la supervivencia en grupos especiales de pacientes (con VIH, con hepatitis B con la función renal limitada…), explicó Daniel Castellano, especialista del Servicio de Oncología del Hospital 12 de Octubre de Madrid.
Los resultados presentados en Chicago demuestran tanto la seguridad como la eficacia de utilizar atezolizumab, un anticuerpo que se dirige a la proteína PD-L1 que impide actuar al sistema inmunitario contra las células tumorales.
La tasa de supervivencia global pasa de los 5-6 meses que logra la quimioterapia a los 9-10 meses que aporta la inmunoterapia. Entre estos pacientes que responden a la inmunoterapia, hay un subgrupo (25-30% de casos) que consigue supervivencias muy largas.