30 años después de que el sistema de frenos Anti-Skid (antiderrapante) o ABS que permite controlar la velocidad de rotación de todo el conjunto de ruedas, y adapta cualquier variación en la velocidad de alguna de ellas, se usó por primera vez en los aviones, se implementó en los automóviles.
Gracias a que existieron primero en la aviación, se comenzaron a utilizar en los automóviles.