La Corte Internacional de los Derechos Humanos rechazó la sentencia TC-256-14 del Tribunal Constitucional y se atribuye competencia en el derecho a la nacionalidad en la República Dominicana.
Luego de argumentar que bajo el derecho internacional, la decisión desarrollada por el Tribunal dominicano “No es válida” según sus declaraciones en una resolución publicada el pasado 23 de abril.
Cada país es libre de elegir las medidas que sean consideradas necesarias para la conservación de su cultura, nacionalidad, y el bienestar de sus ciudadanos. Hace 175 años que hombres y mujeres valientes lucharon por ello.
Ninguna corte, ni tampoco ningún país, puede descalificar nuestras leyes ni nuestras autoridades, cometiendo injerencias al perjuicio de nuestra identidad, gentilicio, y desarrollo.
La voluntad de los pueblos está por encima de quienes se encuentran a miles de kilómetros queriendo disponer de los recursos de nuestra isla, y nuestro pueblo ha sido bondadoso en dar la mano amiga a quiénes la han necesitado.
Los Dominicanos estamos llamados a defender y conservar la independencia nacional, la seguridad y estabilidad de la república y el honor y soberanía de nuestro pueblo.
Ciudadanos de diferentes de países han encontrado en nuestra «Quisqueya» amada un refugio para solventar sus problemas económicos, producto de la crisis de sus naciones, y los Dominicanos siempre los hemos recibimos con los brazos abiertos y la calidez que nos caracteriza.
Miles de familias del vecino país, Haití, se han beneficiado toda la vida de los servicios públicos de nuestra nación, desde el nacimiento en hospitales, educación básica en escuelas, parques, programas de acción cívica, universidades, entre otros, y la comunidad internacional nunca hace eco de esto.
Pero República Dominicana es de los Dominicanos, ninguna persona, institución o país extranjero puede intervenir en sus asuntos nacionales y de estado, nuestras leyes se respetan y estamos llamados a defenderlas.
La nación Dominicana debe ser firme, proteger nuestras tierras que con sacrificio y valor, fueron liberadas por nuestros patricios, Juan Pablo Duarte y Díez, Francisco del Rosario Sánchez, el General Matías Ramón Mella y Gregorio Luperon.