Después de construirse la calle del arte Dr. Edlon, en el sector Los Pepines, la Alcaldía de Santiago por medio de su proyecto ‘Muralismo, Ruta Cultural Turística’ sintió la necesidad de transmitir un mensaje de educación y formación dirigido a los niños de las zonas carenciadas, que desconocen de las bellas artes y deseaban formaban parte de los artistas plásticos.
En ese sentido, el muralismo sirvió como plataforma desde 2017 para acercar a la niñez y juventud interesada en la pintura y en todo el proceso de recuperación de los espacios públicos de la ‘Ciudad Corazón’ entre los que resaltan La Joya, Los Pepines. Los participantes rondan entre las edades desde cuatro años en adelante donde sus gestores se califican como pacientes, más humanos y promotores del afecto humano.
Los datos fueron suministrados por la gestora cultural, Yanilsa Cruz, quien afirmó que el proyecto de la Escuelita Municipal surgió a raíz de la inquietud y del interés de los niños por integrarse a los murales donde los pintores le asignaban espacios para darles participación artística y de colaboración.
Yanilsa Cruz, gestora cultural y coordinadora del muralismo por la Alcaldía de Santiago.
“No solo es una escuela de arte visuales, también hemos impartido clases de fotografía, de música e instrumentos como la flauta; de danza, manualidades y reciclaje. Ya que el primer punto de clasificación y recolección de basura del país, está en Los Pepines”.
Igualmente, la coordinadora de los murales informó que: “Además, tenemos un punto de lectura, hay profesores voluntarios de arte. En su pasión y compromiso por elevar el nivel de arte y cultura de Santiago desde las zonas vulnerables, la directora de la Escuelita Municipal, dijo que: “Los niños andaban si camisas, decían malas palabras y esto ha cambiado sus conductas. Niños con padres que nos le daban ese amor y eso les cambió parte de su autoestima”.
A propósito del remozamiento artístico, cultural e histórico que promueve la ciudad de Santiago de los Caballeros desde su atractiva propuesta turística, la gestora aseguró que los niños y niñas se han formado a través del arte. “Este proyecto ha impactado mi vida en el sentido de como teniendo poco, puedes cambiar algo, salvar almas. Y esto se va duplicando cuando uno de los niños trae a otro niño, y así ese trae a otro. Se sientes felices en el proyecto”.
La directora expresó que todos los años realizan una celebración aniversario con la entrega de certificados por sus graduaciones en flauta y danza. Ellos se sienten muy contentos y felices con los payasos. “En lo particular a mí me ha impactado el rescate de esas almas, como hemos podido sensibilizar a esos niños e integrar a la sociedad desde el arte. Educando y elevando la conciencia social y cambiar su mirada hacia el mundo y hacia su porvenir”, valoró.
Los internos del Centro Penitenciario de Rafey
La pintura es una oportunidad de reencontrarse consigo mismo, y así lo demuestran los internos del Centro Penitenciario de Rafey, quienes cultivan el arte de pintar, un proyecto dirigido por Yanilsa Cruz. “El alma hay que sanarla, para luego curar otras cosas y eso lo hace el arte”, auguró la joven emprendedora de la transmisión cultural santiaguera y de la dominicanidad.
¿Sabías que?
A través de la pintura los niños descubren a un mundo lleno de colores, formas, trazos e imaginación, simbolizan sentimientos y experiencias. La pintura estimula la comunicación, la creatividad, la sensibilidad y aumenta la capacidad de concentración y expresión de los niños.
En ese tenor, en una rueda de prensa en inglés, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomendó con base a un informe del 2019, que el arte y la cultura benefician seriamente la salud infantil y adulta. Asimismo, la oficina regional para Europa ha analizado 900 publicaciones científicas de todo el mundo.
Su principal conclusión «es que involucrarse en el arte, ya sea bailar, cantar o acudir a museos y conciertos ofrece una dimensión añadida a cómo podemos mejorar nuestra salud física y mental» según Piroska Östlin, directora regional de la OMS para Europa.
Entre el arte, la música, la pintura, la danza y escuchar música se ayuda a controlar el nivel de glucosa en la sangre. Mientras que, hacer música mejora el sistema inmunitario y la gestión del estrés. Al igual que, bailar proporciona beneficios en todo el cuerpo y la mente y, además, la pintura y la escultura intervienen en los estados depresivos.