En pleno Siglo XXI, era de la comunicación digital, voz de los que no pueden ser escuchados en los grandes medios de prensa, todavía existen personas que quieren silenciar a los pequeños, todo por cuestiones de políticas partidarias.
Contenidos de valores, difusión del sentir del pueblo, respeto a las opiniones, eso es Periodismo, el mismo que crece en las venas de quienes lo ejercen ya sea en un gran medio de prensa nacional, o un medio que está en crecimiento.
Periodistas, comunicadores y trabajadores de la prensa que no encuentran un espacio en los grandes medios, se han visto en la necesidad de crear sus medios de prensa y difusión para poder surgir y lograr dignamente una remuneración que sirva de sustento para los compromisos económicos.
La diputada Faride incita al gobierno a que se publicite solo en las empresas corporativas de la comunicación en el país, en contra de los periodistas y comunicadores emprendedores de los medios digitales y que hacen un periodismo veraz y directo, sin líneas a seguir.
Medir la importancia de un medio de comunicación a partir de cuantos seguidores tenga, como si la colocación publicitaria solo dependiera de la cantidad de personas que se sigue en redes sociales y no del contenido que tanto reclamamos sea de calidad, veracidad y valores.
Jóvenes que son dueños de medios digitales, quienes se esfuerzan por prepararse y capacitarse para seguir creciendo, han recibido la oportunidad de participar en un proceso de publicidad del estado dominicano por primera vez en la historia sin importar que no sea un gran medio de prensa nacional.
Y es que el sistema de publicidad de la Dirección de Comunicaciones (DICOM), impulsado por el Lic. Roberto Marchena ha democratizado la repartición del pastel publicitario, beneficiando a la juventud emprendedora, dando oportunidades de crecimiento y superación de quienes se esfuerzan en realizar un periodismo con valores.
Minimizar a los medios de prensa digitales es ir en contra del avance tecnológico, de la juventud, del emprendedurismo, del desarrollo profesional e intelectual, de la voz de los pueblos, y, sobre todo, de la verdad.