Saulo Mota
Santo Domingo, RD
“Inicialmente yo solo quería sexo, no voy a mentir, pero eventualmente conoces personas y dices ‘este es para acostarme con él, este es para tener algo serio’, empiezas a filtrar, por así decirlo”, dice Carla Reyes sobre su uso de las aplicaciones de citas.
La utilización de estas apps ha aumentado tanto en los últimos años al punto de que se puede decir que todos hemos conocido y escuchado de personas que utilizan Tinder, Badoo o Grindr para tener cualquier tipo de relación, ya sea una aventura casual o algo más estable.
Muchos inician por mera curiosidad pero para Carla, de 21 años, fue una forma de expandir su círculo social y conocer nuevas personas, debido a que ya había terminado la universidad, así que su vida se limitaba a ir al trabajo, al gimnasio, juntarse con sus amigos, e irse a su casa.
Afirma que deseaba interactuar con personas distintas a las que conocía, porque se le dificultaba “ligar con alguien nuevo”.
Sin embargo, confiesa que se hartó de utilizar este tipo de aplicaciones, ya que luego de salir con varias personas que conoció por esta vía, quería una relación más centrada.
“Sales con tanta gente diferente que al final quieres quedarte con uno, porque de todos con los que salí solo con dos o tres podía tener buena química, una conversación fluida”, expresa.
Parecido es el caso de Brian, quien afirma que a pesar de que hizo su perfil en Tinder para tener relaciones sin compromiso, estaba abierto a un noviazgo comprometido.
“Lo hice para conocer mujeres, ya que en mi carrera, ingeniería de sistemas, no hay muchas. Realmente me llamó la atención la gran cantidad de perfiles que aparecen”, señala.